lunes, 30 de agosto de 2010

Siempre era de noche

Foto tomada de internet



Desde entonces ya no pudo dormir. La noche se quedó bloqueada en su ventana y de allí no se movió… Cada vez que se asomaba a la ventana no descubría otra cosa diferente que la oscuridad. Una penumbra cuya vocación era ser dedos como trozos de hielos enguantados en estrellas. El sueño había huido de su mirada y sus párpados no podían permanecer cerrados. Cada vez que se levantaba, sin embargo, nunca había amanecido, siempre era un helor nocturno detenido tras los cristales de su ventana. Un día, una semana, un mes, un año y otro… Siempre era de noche.

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viernes, 27 de agosto de 2010

En este día apacible como un beso.



La mirada bucea más allá del arco iris de las ventanas,
mientras, la llovizna de dedos líquidos recorre sus cristales
en este día apacible como un beso.


La tarde horizontal,
sonrisa en el meridiano de las pupilas,
amasa levadura de dicha:
una merienda de luz
o un paseo tras el surco navegable de las risas,
o un café bien cargado de amistad o de recuerdos,
o un poema como titileo de hierba,
o una caricia como danza de llamas,
o un beso de labios como brasas,
o un latido junto al nuestro,
o una loca carrera en pos de la silueta que se pierde, que se escapa...


Este mundo está bien hecho.


Cuando canto en medio de una ciudad dormida sobre ruido,
mi voz es apenas un zafiro invisible.
No me importa el trasiego de las gentes,
vaivén de latidos y de piernas;
pero me duele que les impidan embrazar el himno de la vida,
me arañan la mirada tantas prisas, inútiles
como sombra para trocarse en beso,
me hiere que cieguen la cerradura
donde dormita el maná gozoso de la existencia.
Me importa la arribada de la alegría,
y el estallido del muro de cristal donde se aislaba al corazón,
ya no cabe en sus límites estrechos hasta ayer suficientes, hoy escasos.
Tú eres el nuevo cauce de mi curso.
Crezco sobre tu lecho, Amado, y crezco;
recibo tanto amor derramándose como agua mansa de primavera,
que necesito tornarme cuenco donde canten otros corazones.


Procesión de ataúdes como plagas,
nubes como entierros se aproximan.
Un temblor chocando contra el aire en medio de la noche
estremece a la oscuridad de ambos ijares
y a las estrellas estremece
y estremece al relente en la alborada,
el seísmo de la pasión desmembrada
en mar de cadáveres hastiados.


Bailemos, ahora, Amada, mientras perdure el tiempo de la danza,
convirtamos el reloj impaciente en zarabanda de cuerpos,
sea nuestro espacio ilimitada zambra de labios y de dedos.
Dejemos que su ritmo nos invada
y recorra el venero que nos riega
y esparza la semilla del universo
y depure el hedor que nos destroza
y mate la bacteria que nos mata.
Busquemos el remedio a la ponzoña
que golpea, envenena, daña y ciega,
detengamos su avance con el baile que se acerca en nuestro auxilio.
Luchemos sin parar contra la muerte.
Unamos nuestras vidas y empujémosla,
alejémosla al ritmo salvador…


No hay nada más sencillo que el latido del corazón
al ritmo de sonrisas brotando del lago de tus ojos.
Necesito el silencio de los valles a esa hora revestida de niña sonriendo.
Su voz no es grito,
a penas silbo que sosiega y sugiere,
propone y ruega,
ofrece y espera
que los ojos decidan enfocar el camino
serpeando hacia su eterna presencia
enamorada.

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Me he enterado que ha fallecido George David Weiss co-autor, entre otras de What a Wonderful World, creo que esa maravillosa melodía, puede ser un buen final para este poema.
¿Y que mejor intérprete que quien la estrenó en 1967, Louis Amstrong?


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miércoles, 25 de agosto de 2010

Agustín de las Heras: "El retiro de Diógenes"

Portada de El retiro de Diógenes

Agustín de las Heras debería haber sido encarcelado, pero supo mantener oculto su delito cometido en la infancia. Y ha sabido vivir con semejante culpa durante tantos años, hasta que en 2008, no pudiendo con tanta carga lo puso en el libro objeto de esta reseña. Aún así hasta el final no es capaz de hacerlo. Y en el último capítulo no puede más y lo hace:
“De repente, con el ruido de otro tremendo trueno, como anunciándolo, me di cuenta de que llevaba uno de los gruesos. Leí en su portada. Rimas y Leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
No, no era un catálogo, era un libro. No entendí nada y lo entendí todo. Me invadió una sensación de culpa. Ya no había distancia entre los resplandores de los rayos y el sonido de los truenos, la tormenta estaba justo encima.
Ante la invitación de algún librero a coger uno de sus catálogos mostrados en primera fila, yo, sin darme cuenta, sin darse cuenta mis amigos, sin ni siquiera darse cuenta el mismo librero, había metido en mi bolsa lo que yo pensaba que era un catálogo, pero en realidad era un libro.
Lo escondí en mi librería, entre los libros de texto antiguos, entre los cuadernos ya terminados que me gustaba guardar de cursos anteriores, y mi infantil cobardía me hizo mantener un secreto que ahora estoy recordando. No, no se lo conté a nadie entonces. No lo supieron mis amigos, ni mis padres, ni me atreví a investigar de dónde lo había cogido. Ese año, ya no volví a la feria.”
Durante unos días este escribidor ha gozado con la lectura de un libro ajeno a los usos y costumbres literarios que hoy en día llenan listas, ocupan escaparates, suplementos literarios y demás herramientas que la industria editorial utiliza para promocionar sus productos.
El retiro de Diógenes, publicado por Editorial GrupoBuho en 2008, es un libro diferente, un libro en el que lo que importa no sucede fuera, sino en el corazón de los personajes.
Es un libro inclasificable. Mejor dicho es un libro clasificable en varios lugares. Si afirmo que se trata de un relato, no miento. Si afirmo que se trata de un libro moral, tampoco miento. Si afirmo que podría formar parte de la llamada literatura del yo, tampoco falto a la verdad.
Lo importante de este libro, a mi modo de ver, es la sinceridad que demuestra su autor.

Por aquel entonces, Agustín participaba en diferentes foros de la red y firmaba con el pseudónimo de Diógenes. Este mismo nombre —cuyas referencias a la filosofía griega son tan evidentes que no conviene detenerse en ellas—, es el que utiliza el protagonista del libro que aprovecha la hora del almuerzo para salir de su oficina, acercarse hasta el Retiro madrileño y allí dar de comer a unas ardillas que habitan en un viejo olmo próximo al lugar solitario donde suele sentarse a ver pasar la vida, a dejarse inundar por el paso del tiempo en actitud contemplativa y observadora.
Aparece Jorge, un niño que pasa por allí cada día, justo antes de entrar en el colegio por la tarde, hacia las tres. Entre ellos, se traba una amistad, que como no podía ser menos, surge de la admiración que en el niño suscita el hecho de que dos ardillas coman de la mano de Dío… Así es como el chavalillo jibariza el nombre de Diógenes.
Y se dispara el libro.
El libro crece gracias a estos breves encuentros entre Jorge y Dío que aprovecha Agustín para desnudar su corazón, para reflexionar sobre las cosas que importan verdaderamente al ser humano, aquello que lo construye por dentro y le dota de personalidad y emotividad: el amor, la amistad, las relaciones, la muerte, el futuro, el fracaso, la ilusión…
No sólo es Jorge quien coincide con Diógenes. Por el Retiro pasean más personas, un mosaico de vidas, las mismas que podemos observar en casi todas partes, y muchas de ellas incluso se detienen a hablar con Dío, normalmente sorprendidos por la presencia de las ardillas. Los temas se dividen en capítulos, por donde la vida nos pasa. Para Agustín de las Heras la vida no sólo sucede ante nuestros ojos, sino que es objeto de reflexión, porque la vida de los demás también es nuestra vida.
De sus palabras brotan comentarios, consejos y reflexiones que simplemente son fruto del sentido común y de una visión del mundo transida por el deseo de mejorarlo. Y está convencido de que la mejora radica en buscar lo que nos hace verdaderamente humanos alejándonos de los lugares comunes, de las verdades impuestas por la tradición, pero que no han sido contrastadas.

Se podrá estar de acuerdo o no con las reflexiones de este pensador, pero eso no importa, o importa muy poco, lo que verdaderamente cuenta es que sitúa al lector en el disparadero de su propia reflexión.
Como los viejos libros de maestros orientales, el maestro suele enseñar preguntando, es decir entregando una palanca al discípulo para que éste descubra por sus propios medios dónde y cuál es la verdad.
En estos tiempos que corren, en los que la verdad se impone desde tantos sitios, quizá convenga echar un vistazo a quien nos propone una zambullida en nuestro interior y nos invita a buscar la verdad, la nuestra.

Aquí podéis encontrar el modo de adquirir la obra, a través de la librería La Clandestina.

lunes, 23 de agosto de 2010

Tribulaciones de un escribidor al amanecer.

Amanece con la frescura de las cosas recién estrenadas.
Aunque parezca un poco contradictorio, como respuesta a esa sensación, desde pequeño me he planteado una duda: ¿será que durante la noche, todo y todos desaparecemos y unos minutos antes de que la luz del día revista con su color a todas las cosas, éstas regresan como nuevas con nosotros dentro?
Cuando tuve edad y ganas (pronto se me acabaron las ganas) transité los territorios de la noche y descubrí que no era así. Que era imposible que fuera así, porque, a pesar de la oscuridad, nada huye durante las madrugadas de estrellas insomnes y deseos como brasas. Sigo creyendo, no obstante, que existe alguna clase de brigada de limpieza encargada de conseguir que durante la alborada el planeta parezca un regalo por descubrir.
No me refiero al cuerpo de barrenderos de la ciudad que, precisamente al amanecer, y un poco antes y un poco después, despliegan sus trebejos para que la ciudad aparezca bruñida a la vista de los segundos madrugadores. (Los primeros contemplamos el proceso de su laboriosidad poco reconocida y apreciada, e incluso tenemos que evitar los charcos que se forman tras el baldeo de las calles principales, no por culpa del agua, sino de un pavimento que no está siempre en condiciones). Y no me refiero a estos abnegados trabajadores, porque no pienso en el empedrado cuando afirmo que amanece todo renovado a mi mirada. Quizá hable del halo que desprenden las cosas.
No quiero avanzar por jardines complicados, pero tengo la intuición de que ciertas criaturas invisibles (y aquí que cada uno establezca su identidad, descripción y capacidades) más que limpiar o bruñir la atmósfera, los edificios, los árboles, las plantas, los jardines, inyectan en sus alveolos y pulmones las dosis adecuadas de vida nueva.
Quizá tampoco sea así del todo, quizá haya otra explicación, pero en el fondo no me interesa. Más bien me interesa continuar con el proceso de investigación.
Tiene que haber un instante, justo en el quicio postrer de la madrugada, en que uno pueda ser consciente de ese milagro. Sólo se trata de seguir ajustando mi reloj. Esta mañana creo que he percibido la última risa de una de esas criaturas, justo antes de escabullirse de mi mirada excesivamente curiosa, pero aún lenta.
Cualquier amanecer descubriré el misterio y vendré y se lo contaré.
Sólo se trata de madrugar lo suficiente, tras haber dormido lo necesario.

viernes, 20 de agosto de 2010

La duda se convirtió en humo.

Imagen extraída de la red


Acometió la duda con una sonrisa. Y la duda se convirtió en humo, se disipó como una guedeja de niebla al sol del mediodía. Todo tuvo explicación. Cada detalle, sin necesidad de ninguna nota a pie de página, tenía la misma precisión lógica que las pisadas sobre la arena de la playa recién lavada por el beso de una ola. Y los dedos buscaron el cuenco de la sonrisa, donde demorarse, donde recuperarse de la punzada del titubeo.

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miércoles, 18 de agosto de 2010

Troquemos el latido en danza y piel




Troquemos el latido en danza y piel

ya que portamos su semilla libre.

Los sones de su melodía crezcan,

se expandan de mi corazón al tuyo.

Las caricias de las miradas nutran

nuestro horizonte sin bandera inútil.

No haya más luz en todo el universo

salvo tu luz, amada, en mi pupila.

No haya caricias salvo las queridas

por la piel libre del deseo amante.

No haya pasión generatriz de vida

salvo la que el amor genera y salva.

Nuestras voces serán en el futuro

una voz esencial, amante y pura.

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miércoles, 4 de agosto de 2010

Cuando junio se torna tarde inmensa...

Donde ella lee algunos versos


Al sur de donde el Mediterráneo comienza a llamarse Atlántico, cuando junio se torna tarde inmensa como caricia de ámbar, ella mira sus ojos juveniles, negros y brillantes como noches profundas. Es la hora decisiva. Ese instante en que los sueños se pueden fracturar como una taza de loza estrellada contra el suelo, o se pueden cumplir como besos de mar sobre la playa, o se pueden aplazar como promesas de enamorados. Allí están sus ojos, su sonrisa, su voz de humo y risa. Allí está ella, escrutando lo hondo de los corazones, para que los puentes no sean sólo ideas de ingenieros, sino utensilios en manos de los maestros. Con sus ojos nacidos en la dehesa de Castilla, es capaz de observar  cuándo un latido es verdadero deseo de superación o una mera excusa que defina el discurrir del tiempo. Al sur de donde el Mediterráneo comienza a llamarse Atlántico, cuando junio se torna tarde inmensa como una caricia de ámbar, el resto de cosas que suceden a ella no le preocupan, y se echa el mundo a la espalda y se baila un zapateado sobre el costillar del planeta; pero mientras se coloca el mundo por montera, y lidia los toros que le envían desde un frío despacho, nunca dejará que esas existencias juveniles se marchiten antes de hora, nunca perderá de vista la vida: esa mirada de jóvenes ojos, negros y brillantes como las noches profundas.

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lunes, 2 de agosto de 2010

Alenarte Revista: Nuevos horizontes



Como creo que es sabido, y gracias a la generosidad de Alena Collar formo parte del equipo de redacción de Alenarte Revista y os tengo que participar que a partir del mes que viene el paisaje sufre alguna novedad. Pero mejor que yo os lo explica su directora, a quien gustoso cedo la palabra:

"Estimados compañeros/as:
Como sabréis Alenarte Revista inicia en septiembre una nueva etapa en la Red.
Hemos liberado la página de servidumbres y ya tenemos hosting y dominio propio.
En el marco de la estructuración de novedades de la web queremos anunciaros varias que, es posible que os interesen.

Primera: la creación del Foro Cultural Alenarte Revista (FCAR) De acceso a artistas, creadores, y mundo editorial en general, tendrá una modalidad por vía de suscripción a dicho Foro, en la que se podrán leer los textos y ver las creaciones que allí se publiquen. De otras modalidades (colaborador y Autor), os informamos más abajo.
La posibilidad de subscribirse a la Revista via feed o en formato email. Abierta a todos y gratuita.

Segunda: la posibilidad de figurar en la página mediante dos modalidades: RSS o Logo enlazador. Debiendo ajustarse la web que lo solicite a los temas relacionados con el Arte y/o la cultura.
Nota: es posible que estas dos modalidades sean de pago

Tercera: la posibilidad de figurar en la página para anunciar los actos culturales y/o artísticos que creáis convenientes, a través de los banner insertados en nuestra portada en: “Difusión Cultural” Previa solicitud e informe a la Dirección del acto que se trate. (Esta posibilidad se publicará y renovará mensualmente en virtud del interés, actualidad y calidad del acto anunciado)

Cuarta: La posibilidad de enlazar y/o difundir en la propia Revista vuestras creaciones en formato e-book o pdf. (De esta modalidad os especificaremos más a partir de septiembre)

Las modalidades de colaborador y autor en la web necesitarán la valoración previa del comité director de la Revista de modo que se efectuaran mediante petición de los artistas y posterior invitación de la Dirección de la Revista. En ambos casos es absolutamente imprescindible para formar parte del Foro figurar con nombre, apellidos y dirección de email verificable.

Para el Foro

Existen tres modalidades:

Lector. Libre y sin necesidad de ser suscriptor a la web
Colaborador: Necesita suscripción a la Web. (Puede publicar mensajes en el Foro, proponer temas y responder a ellos).
Colaborador con opción a publicación en las secciones propias de la Revista. Previa valoración del equipo directivo se propondrá esta posibilidad a aquellos creadores/as que en el Foro mantengan el nivel requerido en Alenarte de calidad, rigor y originalidad.

Quinta: Chat Cultural Alenarte Revista:
El Chat se realizará de modo mensual, y se pretende sea un Chat integrado tanto escrito como sonoro. Para entrar al Chat será necesario registrarse. En este caso la dirección tomará las medidas oportunas para que el Chat sea lo que se pretende de él: un Chat acerca de arte y cultura. En el periodo de pruebas el Chat abrirá ocasionalmente; a partir del mes de septiembre y por entendibles motivos de seguridad, la página de Chat solo estará disponible el día destinado al mismo.

Además por supuesto de contar con la Revista de modo libre, gratuito y accesible cada mes, con los artículos de nuestros redactores/as y con alguna Sección más que estamos negociando en estos momentos.
Esperamos que os interese la propuesta. Aprovechamos para pediros excusas por todas las pruebas que andamos haciendo y, ¡nos vemos en septiembre!...
Para los temas que aquí os proponemos rogamos escribir exclusivamente al correo:
alenartedifusion@gmail.com

Con el Asunto: Pregunta acerca de: [y aquí el tema especifico, 1, 2, 3, 4, o 5]"